El propósito de mi alma: Llevar mi casa al mundo y que el mundo sea mi casa
En este audiovisual con connotaciones autobiográficas hago uso de la imagen del lavadero tradicional como analogía, para explicar la necesidad de lavar no solo nuestras ropas físicas sino también nuestros trapos internos, tanto personales como familiares. Significa expresar lo que llevamos guardado y no nos hemos atrevido a contar para despertar a una vida más plena. El lavadero antiguamente servía de espacio de encuentro y comunicación entre las mujeres donde iban a lavar las ropas externas.
Cuando era joven arrastrada por la arrogancia pretendía lavar el mundo hasta que más tarde comprendí, que en realidad no era posible si antes no lavaba primero mi propia casa. No podía comunicarme ni relacionarme con el exterior, si previamente no me había comunicado y relacionado con mi interior. Una vez dado este paso era cuando de verdad se hacía realidad una apertura al mundo en el que las distintas soledades nos iríamos encontrando poco a poco desde el corazónMostrar más